De nuevo Almudena
nos sorprende con una de sus clases. Esta vez la clase fue centrada a una
dinámica la cual yo nunca había practicado, denominada, la tela de Araña.
Dicha dinámica consistía en hacer un círculo entre todos
nosotros, es decir, entre los alumnos, para así poder vernos las caras todo el
grupo. A continuación, la persona que comienza el juego grita
el nombre de un compañero y le lanza una pregunta sobre el temario de didáctica
que ya hemos dado, a la vez que le tira el ovillo de lana quedándose con la punta
de éste agarrada en la mano. La persona que recepciona el ovillo debe contestar
a la pregunta. En este caso si la respuesta es correcta, se queda con el hilo
del ovillo en la mano antes de lanzar la siguiente pregunta y por tanto la
madeja. Si la respuesta es incorrecta, pasa el ovillo entero sin preguntar a la
persona elegida para responder a la pregunta que él contestó de forma errónea. Al
final de la sesión debemos haber sido capaces de construir una red de
colaboración en torno al contenido de la asignatura.
Podemos encontrar muchísimas dinámicas, claramente
diferenciadas unas de otras.
Para centrarnos un poco más las dinámicas
de grupo son actividades que podemos llevar a cabo con un grupo de niños,
jóvenes, mayores, o cualquier colectivo con características comunes.
Con ellas podemos inculcar valores en los integrantes
del grupo, conseguir objetivos sociales o simplemente pasar un rato agradable y
divertido.
Como hemos comentado anteriormente hay muchas
dinámicas, que podemos clasificar según las siguientes categorías:
El objetivo de las dinámicas de presentación es
presentar a todos los componentes del grupo para aprender sus nombres lo más
rápido posible, así como gustos, experiencias y otros datos que puedan resultar
interesantes acerca de las personas que forman el grupo con nosotros.
El objetivo de las dinámicas de conocimiento es
profundizar en lo que hemos aprendido sobre los demás componentes del grupo.
Nos ayuda a afianzar la información recibida en las dinámicas de presentación o
a conocer mejor a nuestros compañeros.
El objetivo de las dinámicas de afirmación es
consolidar los conocimientos que tenemos de cada miembro del grupo como persona
única y los del grupo completo como unidad grupal en la sociedad.
El objetivo de las dinámicas de distensión es
aumentar la participación y la comunicación de cada uno de los miembros del
grupo dentro de éste y crear un mayor grado de confianza con uno mismo y con el
resto de compañeros.
El objetivo de las dinámicas de cooperación es
ayudar a los componentes del grupo a trabajar en equipo, favoreciendo la
colaboración de todos sus miembros y enseñándoles a colaborar entre ellos.
Existen otras dinámicas de grupo que pueden
considerarse como juegos de interior o deportes, y las clasificamos en este
apartado final ya que no son específicas de ningún grupo de los anteriores,
sino que además pueden encajar en varios de ellos.
Después de esta clasificación, podemos decir que
nuestra dinámica tiene un poco de todas esas categorías, aunque me centraría un
poco más en la dinámica de conocimiento. Supongo que por estos motivos Almudena
se ha decantado por esta dinámica. Para concretar algo más en esta dinámica, hablaremos de los contenidos, objetivos,
recursos, agrupamiento y organización del trabajo. Pues bien podemos decir
que los objetivos eran los de afianzar
los contenidos de esta asignatura que
habíamos aprendido durante todo el cuatrimestre y el perder el miedo hablar en
público, fundamental para nuestro futuro. Los
recursos más importantes son el lugar donde realizaremos esta dinámica ya
puede ser en una clase o en la misma calle y en segundo lugar el ovillo, que es
el que da juego a esta dinámica. El
trabajo estaba organizado tanto por los alumnos como por la profesora.
¿Por qué se ha
realizado esta dinámica después de las navidad y no antes?, en parte es
porque ahora tenemos más conocimientos de esta asignatura y esto ayuda hacer
más fluida esta dinámica e incluso puede llegar a motivarnos y darnos cuenta de
que sabemos más de lo que creíamos.
Esta dinámica como ya hemos comentado va de la mano del miedo hablar en público,
la sensación de que te pasen el ovillo y no sepas la pregunta o simplemente no
sepas expresarte ante todos tus compañeros.
Señalar que este tema es fundamental para nuestro
futuro, ya que exigirá saber expresarnos ante un grupo de colectivos o
individuos para comunicarnos y es fundamental tener unos objetivos claro de
intervención, como:
- Querer transmitir una información (por
ejemplo, una exposición).
- Querer manifestar una opinión sobre un
tema determinado.
Y no olvidarnos que de dichos objetivos debe orientarse a la
intervención.
Hablar en público no se limita a tomar a palabra y
"soltar" un discurso; hablar
en público consiste en lograr
establecer una comunicación efectiva con el mismo, en la que uno sea capaz de
transmitir sus ideas.
Hablar en público es una oportunidad que hay que saber
aprovechar.
Un grupo más
o menos numeroso de personas estará escuchando al orador o a la persona que
transmite la información, quien tiene una ocasión única para transmitir sus
ideas, para tratar de convencerlos.
Por ello, las intervenciones hay que prepararlas a
conciencia, lo que implica no limitarse a elaborar el discurso, sino que hay
que ensayar la forma en la que se va a exponer:
El orador tiene que conseguir que el público se interese
por lo que les va a decir y esto exige dominar las técnicas de la comunicación.
Una cosa es conocer una materia y otra muy distinta es
saber hablar de la misma.
Conocer el
tema es una condición necesaria pero no suficiente: hay que saber exponerlo de
una manera atractiva, conseguir captar la atención del público y no aburrirles.
El orador
tiene que resultar interesante, sugerente, convincente, etc.
Cuando se va
a hablar sobre un tema lo primero que tenemos que hacer es dominarlo. En el
momento en el que tome la palabra deberá tener un conocimiento sobre el mismo
muy superior del que tiene el público. Tenemos que tener algo interesante que
transmitir.
Uno debe
evitar a toda costa hablar sobre un tema que apenas domine ya que correría el
riego de hacer el ridículo.
El cómo se
expongan esas ideas juega un papel fundamental.
Un mismo
discurso puede resultar un tremendo éxito o un rotundo fracaso en función de la
habilidad que cada uno posea en su exposición.
Aunque resulta natural estar algo nervioso cuando se
va a hablar en público, hay que tener muy claro que el público no es el
enemigo, que se encuentra acechando a la espera del más mínimo fallo para
saltar sobre el orador.
Otro aspecto
que debemos de tener clara es que cuando el público acude al acto es porque en
principio le interesa el tema que se va a tratar y entiende que el orador tiene
la valía suficiente para poder aportarle algo.
Cuando se habla en público hay que estar pendiente no
sólo de lo que se dice, sino de cómo se dice, del vocabulario que se emplea, de
los gestos, de los movimientos, de la forma de vestir, etc. Todo ello será
valorado por el público y determinará el mayor o menor éxito de la
intervención.
Solo añadir que aquí está la clave tanto de un
trabajador social como de un educador social, hablar en público.
A continuación dejaré un pequeño vídeo con las técnicas más básicas para hablar en público.